sábado, 23 de mayo de 2009

De calocas y otros cuentos

Querido diario....

Si Covarrubias lo hacía, yo no voy a ser menos. Mi primera entrada de este recién estrenado blog será un pequeño homenaje al "etimólogo" por excelencia.

¿Caloca?, seguro que muchos pensarán que no es más que una palabreja sin mayor interés, inventada, un simple palíndromo...sin embargo, las apariencias engañan y hace poco pude comprobar cómo tiene mucha más historia de la que pensaba.
Al parecer, en estos lugares leoneses por los que nos movemos significa caricia, engaño, artimaña, incluso "metérsele algo a uno en las calocas" quiere decir hacer lo que a uno le plazca, vamos que lo que le dé la gana.
Sin embargo, en Santander, la gente costera lo utiliza habitualmente para referirse a las algas que se recogen en el mes de Septiembre, cuando las mareas se vuelven bravas y arrastran a la playa cantidades ingentes de estas plantas marinas.

Siempre me gustó la palabra, no sé si por la sonoridad o por las connotaciones playeras que tiene. Aunque ahora que sé que tiene relación con mis dos lugares favoritos, me gusta mucho más.

Pues eso, que seguiré haciendo lo que me entre en las calocas, y más en este blog, bitácora, diario o como quiera llamarse.

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